Google+ octubre 2014 ~ #PedaLógica por @alaznegonzalez

domingo, 26 de octubre de 2014

Resumen
En este proyecto realizamos una comparación de las web de los Museos de Pedagogía, Enseñanza y Educación (MPEE) y los Centros de Documentación del Patrimonio Histórico-Educativo (CDPHE) situados en el territorio español, a fin de poder determinar si cumplen con los requisitos necesarios para poder denominarse virtuales. A saber, que además de cibermuseo, establezca conexiones con otras instituciones museales y cumpla con la premisa de ofrecer un aprendizaje interactivo Vs. uno estático. Tras realizar en análisis mediante una comparación webgráfica (basada en la Teoría Fundamentada en los Datos) se ha llegado a la conclusión de que las webs de los MPEE y de los CDPHE se limitan a ser meros portales informativos y que en muy pocos casos llegan siquiera a ser cibermuseos. Finalmente, se ha procedido a enumerar una serie de criterios con el objeto de realizar una propuesta para establecer un Museo Virtual de Pedagogía, Enseñanza y Educación (MVPEE) de calidad: mejorar la interactividad integral, ofrecer apps…
Palabras clave:
buenas prácticas; museología; museos de educación; museos pedagógicos; web 2.0

La museística del patrimonio histórico-educativo (PHE) español está viviendo su época de esplendor con 34 MPEE (Figura 1) y 5 CDPHE[1] (Figura 2). Con menos de dos décadas de vida, estas instituciones museales y del PHE han tenido que ponerse al día en muy poco tiempo tras una época, el franquismo, que constituyó un erial en lo concerniente a la conservación y estudio del patrimonio histórico-educativo (Carreño, 2008; Naya y Dávila, 2014; Ruiz Berrio, 2012). Además de esta cuestión, los MPEE y CDPHE se han ido adaptando a la nueva concepción de museo, donde el recinto museístico deja de ser un mausoleo de lo expuesto para convertirse en un lugar vivo y participativo. Huelga decir que estos cambios en la museística educativa no han sobrevenido únicamente por las nuevas corrientes museológicas, sino que se deben, entre otras muchas cuestiones, a un cambio en el paradigma pedagógico (centrado en el discente y no en el enseñante); los cambios acaecidos en la propia disciplina de la Historia Educativa, así como gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) (Ruiz Berrio, 2006). Sumidos en esta Sociedad de la Información cabe preguntarse si los preceptos de la nouvelle muséologie y la museología crítica se aplican, también, en el entorno virtual: Internet.

Figura 1. Número de MPEE por CCAA en 2014. Fuente: Elaboración propia a partir de Payá, Álvarez, Sahuquillo y Ancheta (2014); Carrillo, Collelldemont, Martí y Torrents (2011) e indagación personal. Fuente imagen: modificado de <http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Localizaci%C3%B3n_de_La_Rioja.svg> bajo licencia CC.

 
Figura 2. CDPHE por CCAA en España (2014). Fuente: Elaboración propia a partir de Payá, Álvarez, Sahuquillo y Ancheta (2014); Carrillo, Collelldemont, Martí y Torrents (2011). Fuente imagen: modificado de <http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Localizaci%C3%B3n_de_La_Rioja.svg> bajo licencia CC.



[1] De todas maneras, hay que señalar que llegar a saber con exactitud el número concreto de este tipo de instituciones resulta difícil en tanto que "no hay más museos de creación oficial ─recogida en un Boletín Oficial─ "que los de "Galicia, Baleares, Cantabria y Aragón", (Ruiz Berrio, 2010: 133)

1.   METODOLOGÍA

La investigación se ha basado en un análisis webgráfico de las webs de los MPEE (34 de los cuales sólo 26 tienen web propia) y CDPHE (5/5 webs), el cual supone realizar una indagación bibliográfica de fuentes primarias, en este sentido, es comparable al método histórico (Flick, 2004; Taylor y Bogdan, 1994; Vasilachis de Gialdino, 2006), en tanto que las webs se convierten en fuente primaria. Es decir, los portales web se convierten en documentos que funcionan como objetos materiales en contacto con los propios creadores. En definitiva, el análisis webgráfico compromete la realización de un análisis descriptivo del diseño y contenidos de las páginas web. Hay que tener en consideración que los MPEE y los CDPHE son instituciones que abordan el estudio etnohistórico del patrimonio histórico-educativo (Reyero García, 2010). A pesar de que se podría abordar la cuestión con perfecta solidez desde un paradigma positivista, a saber, meramente cuantitativista, supondría un sesgo de mirada desde una corriente museística tradicional o clásica, que se distancia de la web 2.0 y de la web semántica[1].
Para realizar el análisis de las webs de los MPEE y de los CDPHE de España se ha creado un instrumento de análisis específico con el objeto de que cumpla con las premisas y objetivos de la investigación. Para ello me he basado en Grounded Theory (GT) (Teoría fundamentada en los datos) de Glasser y Strauss (Soneira, 2006). Como bien explica Soneira la GT se basa en dos estrategias clave:
  1.  El método de comparación constante, donde se verifica constantemente que las teorías del investigador son plausibles, codificando la información resultante de las categorías realizadas.
  2.  Y el muestreo teórico: método para descubrir las categorías de análisis, haciendo conexiones e interrelaciones entre categorías y sus propiedades.

            En otras palabras, el instrumento de análisis ha sufrido numerosas mutaciones en el transcurso de la investigación: realizando ajustes, añadiendo o eliminando variables…

1.1.  Hipótesis generales

  • Las hipótesis de las que se han partido han sido las siguientes:
  •  La mayoría de webs realizan un uso meramente instrumental de la web, limitándose a ser una web 1.0.
  •  Lo que se "vende" o publicita como museo 2.0, en realidad no lo es: escasos espacios para que los usuarios puedan interactuar con la institución mediante la web, y mucho menos con sus contenidos.
  • Debido al carácter voluntario de muchos de los MPEE existentes, las webs se resientan en materia de obsolescencia: poca actualización, interfaces anticuadas y con fallos graven en materia de accesibilidad web W3C.
  •  La presencia de las lenguas oficiales y científicas será mayoritaria en la gran mayoría de las webs analizadas.

1.2.  Resultados generales

Las páginas webs estudiadas resultan estáticas en lo que a interacción se refiere, donde el “usuario es un mero receptor pasivo que sólo puede elegir a qué tipo de información tiene acceso.” (Asensio y Asenjo, 2010: 92). Resulta un tanto desalentador comprobar que en cuanto a museística-web de Pedagogía, Enseñanza y Educación (PEE) ha habido un gran parón a nivel tecnológico, de innovación y de comunicación mediante redes sociales, y que los MPEE y CDPHE analizados están al nivel de la muestra de webs de museos de arte y otros ámbitos que analizaron Asensio, Asenjo e Ibáñez en el año 2011: poca innovación, webs muy básicas y con peligro de obsolescencia en cuanto a código-web, poca o ninguna interacción con los usuarios… En resumen, la mayoría de las web se limitan a ser webs informativas, unas pocas de ellas entrarían en la categoría de cibermuseo y ninguna de ellas puede denominarse como museo virtual[2]:
  •   Únicamente tres de los 31 centros con web propia hacen uso de redes sociales (todas coinciden en utilizar facebook y twitter) que complementen a la página web. Además, llama la atención que los tres únicos MPEE que hacen uso de redes sociales de manera habitual, sobre todo en lo relativo a la actividad regular en twitter, sean MPEE gestionados por asociaciones, fundaciones o particulares: Museo del Niño y Centro de Documentación de la Escuela, Albacete; Centro de Cultura Tradicional PUSOL, Elche (Alicante) y Museo de la Fundación Sierra-Pambley.
  • De los MPEE y CDPHE con web propia, 31 instituciones, 25 de ellas no indican bajo qué tipo licencias publican sus contenidos.
  • Aunque la gran mayoría de las webs tienen gran contenido en imágenes, se echan en falta más materiales en vídeo, animaciones y sonidos. Al hilo de esta cuestión, hay que mencionar es que más de la mitad de las de las webs  aprueban con  una nota de entre 5/6 sobre 10 la experiencia de usuarios móviles (y tablets)[3].
  •  En lo relativo a accesibilidad, las webs suspenden sistemáticamente según los estándares internacionales de la W3C (W3C España, 2014), puesto que la mayoría de las webs tienen 5 y 15 fallos. De hecho, las dos únicas páginas que dicen seguir los protocolos de accesibilidad W3C, tienen graves fallos que imposibilitan a las personas de visibilidad reducida navegar por el sitio web: el Arxiu i Museo de l’Educació de Les Illes Balears y el Museo Pedagógico de Galicia (MUPEGA), Galicia. No obstante, hay que señalar que hay dos MPEE que aún sin mencionar que siguen los protocolos de accesibilidad W3C, no tienen ningún fallo a nivel de accesibilidad. Hablamos del Centro de Recursos, Interpretación y Estudios de la Escuela (MUESCA), Cantabria y el Centro Propio Museo Pedagógico (CeMuPe), Salamanca
  • Sorprende que teniendo en cuenta que más de la mitad de todas las webs existentes en el mundo están en inglés (w3techs, 2014), y que el idioma anglófono tiene una penetración de usuarios-web que ronda el 44%), únicamente dos de las páginas webs analizadas estén en este idioma: el CDPHE de Patrimonio Histórico-educativo Valenciano y el Centro Internacional de la Cultura Escolar (CEINCE). En lo concerniente a las Comunidades Autónomas bilingües, hay dos portales web que únicamente están en castellano (sitos en la Comunitat Valenciana/Comunidad Valenciana) y cuatro que únicamente están en catalán/català (ubicadas en  Catalunya/Cataluña). Entre aquellos portales web que respetan la oficialidad de los idiomas de la autonomía, se encuentran dos CDPHE, el de Euskadi y el de Valencia (este último, además, en inglés), y un MPEE: el de Illes Ballears[4].                   

A tenor de los resultados, tal y como veremos en el siguiente punto, podemos afirmar que las websites de los MPEE y CDPHE parecen reproducir los esquemas de la museología tradicional. Si nuestro leit motive subyace en crear un Museo Virtual 2.0 de PEE y de calidad, deberemos revisar el modo en que nos presentamos a los usuarios en Internet. Máxime, cuando casi un tercio de los MPEE españoles afirman a través de su web ser Museos/Laboratorios.
            Ese espíritu de concebir el museo o el centro de documentación más allá de un mausoleo donde guardar objetos, debiera verse reflejado en las webs de los MPEE y CDPHE. La razón es simple, la web es la antesala del museo y, en una Red donde existen miles de millones de páginas web, hay que aprender a conectar con nuestra posible audiencia e intentar que no se nos escape. En otras palabras, la web actúa como la portada de un libro en una gran biblioteca (Internet), si la monografía no consigue atraparte por su título o imagen de portada (página index de la web), probablemente acabes eligiendo otro libro entre la ingente cantidad de volúmenes compilados en la biblioteca.
            Otra razón de peso es que cada vez somos más los usuarios web, sólo hay que echar un vistazo a la vertiginosa escalada de usuarios que ha tenido Internet en los últimos trece años. En Junio de 2012 la penetración de Internet en España era del 67%(Miniwatts Marketing Group, 2014), en febrero de 2014 la cifra ha ascendido a un 72%. En tanto que 7 de cada 10 españoles accede a Internet por PC o móvil; 6 de cada 10 lo hace únicamente mediante dispositivos móviles y que  4 de cada 10 utilizan las redes sociales con regularidad (We Are Social, 2014), parece sensato pensar que los MPEE y CDPHE tienen que renovar sus portales webs sino quieren verse abocados a tener un tráfico web casi nulo. 

2.   Modelo de buenas prácticas en museística 2.0

2.1.  Primeros pasos: una Red-web de MPEE y CDPHE

La constitución de una red a nivel nacional resultaría un paso muy importante el de poder constituir una red (e incluso en contacto con los MPEE y CDPHE lusos y de Iberoamérica), de los MPEE y CDPHE españoles en la que poder ofrecer a los usuarios una base de datos del patrimonio histórico pedagógico español unificado. Todo ello en sintonía con lo que Juri Meda (2010) propone para el caso italiano, porque en una sociedad-red no se puede entender una museología dispersa e desconectada de las demás instituciones museales:
  Crear una red nacional de MPEE y CDPHE y que dicha red museal del PHE tenga una página web propia, con interconexión a todas las páginas webs de los MPEE y CDPHE españoles.
  Una web que no obvie los principios de comunicación bidireccional, a saber, que utilice las redes sociales como medio para publicitarse e informar a los usuarios: facebook, twitter, Google + y tuenti.
  Crear una base de datos nacional y virtual del PHE, tal y como lo han hecho en el caso del MVHE de Murcia o el proyecto MANES de Manuales Escolares pero extrapolándolo a todo el conjunto nacional. Resulta trascendental que todos los MPEE y CDPHE españoles se aúnen en una red virtual, donde los usuarios no sólo puedan acceder a cada una de las webs relacionadas con el PHE, sino que debería crearse una base de datos unificada en pro de facilitar la búsqueda de material del PHE.
            De todas formas, somos conscientes de la limitación que esta cuestión supone,  en tanto que resulta demasiado compleja y que queda lejana a tenor del poco uso que hacen las webs de los MPEE y CDPHE de las potencialidad de la web 2.0 como realidad aumentadas, redes sociales, códigos QR, apps adaptadas a diferentes tipos de audiencias, juegos interactivos etc.

2.2.  De una Sociedad de la Información a una del Conocimiento

Además de todo ello, se necesita cambiar la visión que se tiene de la página web: se tiene que superar la visión instrumental a una más conforme con la nueva realidad del tejido-web. Llama la atención que desde que Castells (2001) publicase La Galaxia de Internet, los usos de ésta no hayan variado apenas 13 años. Teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de los usuarios-web en la última década y considerando, además, que cada vez las personas se conectan desde dispositivos móviles y/o tabletas, no puede entenderse una web meramente informativa en los tiempos que corren.
            Yanes (2011) señala que en los MPEE lo importante no subyace tanto en la calidad de la propia exposición (tal y como pasa en los museos de arte), sino en la riqueza y la complejidad  de las relaciones que se dan y expresan a través de esos objetos. Por lo tanto, se ha de superar la barrera 1.0 para direccionarnos a una mentalidad 2.0, e incluso, 3.0 que afirmarían Asensio y Asenjo (2011). Sin embargo, aún no puede hablarse de una web 3.0 porque nos hayamos inmersos en una época que transita entre una la web 2.0 a una web 3.0 o semántica.
            El problema subyace en que a fecha de hoy, a mediados del 2014, no somos capaces de describir qué es una web semántica en tanto que cada usuario lo entiende de una forma muy distinta (Parry, 2010). Por todo ello, el objetivo de este trabajo es el de dar unas pequeñas pautas de acción en pro de convertir las webs informativas, y por ende, 1.0, en webs con la capacidad de crear redes donde los usuarios puedan interactuar y aportar (opiniones, conocimiento, contenidos…) haciendo uso de los instrumentos que nos brinda la web 2.0. No obstante, es crucial recordar que a pesar de la gran potencialidad de la web 2.0, la cuestión estriba en saber cómo transmutar ese poder de la Sociedad de la Información para poder llevarlo a la praxis, en pro de poder aspirar a ser una verdadera Sociedad del Conocimiento (UNESCO, 2005):           
 “identificar, producir,  tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano. Estas sociedades  se basan en una visión de la sociedad que propicia  la autonomía y engloba las nociones de pluralidad,  integración, solidaridad y participación”.

2.3.  De una web 1.0 a una 2.0        

Tal y como ya se ha adelantado antes, el portal web ha de convertir en la antesala del museo, ofreciendo al usuario una experiencia interactiva real y lo más integral posible. Para ello proponemos una serie de pautas que pueden transmutar una web informativa en un cibermuseo, y esperemos, que en un MVPEE.
Figura 3. Número de MPEE y CPHE en España según titularidad (2014). Fuente: Elaboración propia a partir de Payá, Álvarez, Sahuquillo y Ancheta (2014); Carrillo, Collelldemont, Martí y Torrents (2011)

■ Redes sociales

Utilizar la potencialidad de las principales redes sociales como facebook, twitter, Google + y tuenti como medio no sólo para realizar publicidad de los propios recintos museales, sino para ofrecer información de interés de la comunidad, a saber: cursos, seminarios, publicaciones gratuitas, sugerencias de páginas web, actividades en otros lugares o naciones... De todas maneras, hay que señalar que de nada sirve tener cuentas en las principales redes sociales si no las utilizamos. El concepto de actualización es vital para la buena salud de las páginas web.
Desde este trabajo también se es consciente de que mantener una continua actualización en las redes sociales supone un esfuerzo extra para las instituciones sobre el PHE, máxime cuando la mayoría se sostienen con personal que se dedica, principalmente, a tareas de otro calado como docencia etc. (ver figura 3) Por ello, se recomienda utilizar content curators (curadores de contenido)[5] para poder publicar una misma noticia en varias redes sociales a la vez. Las más fáciles de utilizar y las que más alcance tienen son Scoop.it, Paper.li y EverNote. A través de las redes sociales y la curación de contenidos pondremos en práctica otra manera de musealizar, es decir, creando una conexión real con la ciudadanía,  y acercando el museo a ésta, de forma que se despoje del manido cliché de centro aburguesado elitista.


 Content Curation

Aunque los lectores RSS se utilicen cada vez menor en sustitución de los content curators (curadores de contenido), es importante que las páginas webs tengan opción de que los lectores nos puedan seguir mediante RSS. En general las personas que realiza content curation (curación de contenido) utilizan lectores RSS en vez de ir consultando una por una las webs de museología. La práctica de utilizar lectores de RSS y content curators nos ofrece una gran ventaja a la hora de publicar contenidos y noticias. Gracias a los lectores RSS podemos visualizar las noticias de las webs que nos interesan, y mediante los content curators, podemos publicar dichas noticias no sólo en la propia página del content curator, sino en varias redes sociales a la vez.

Licencias de los materiales de la web

Es importante que todo el contenido de la web (texto, imágenes), esté registrado bajo algún tipo de licencia. Zhou, Geng y Wu (2012) recomiendan hacerlo bajo licencias Copyright, no obstante, en tanto que la mayoría de MPEE y CDPHE no tienen ánimo de lucro, también se puede optar por alguna de las licencias Creative Commons, en especial del tipo compartir igual y sin ánimo de lucro: CC BY-NC-SA.

 Contenidos audiovisuales y propios

Se ha de incluir más cantidad y calidad de contenido audiovisual, y que éste sea compatible con dispositivos móviles. Es decir, implica dejar de lado al Java Script y a los materiales en flash[6] y programar animaciones mediante HTML5, de forma que no sólo se gana en velocidad, sino en experiencia-móvil.
            Otra sugerencia que hacemos es la de que los portales publiquen contenidos propios en algún tipo de revista, boletín informativo…. Y que estos sean puedan ser descargables. De los portales analizados tan sólo ocho de ellos cuentan con algún tipo de publicación propia y tres de ellas no permiten acceder online y/o descargar la publicación.

 Accesibilidad Web

Si queremos garantizar la accesibilidad de la mayoría de personas que nos visitan, deberemos realizar una apuesta fuerte en pro de crear un portal con el menor número de errores de accesibilidad según los protocolos del W3C, por ejemplo, evitando el uso de flash, java script, tablas de ancho fijo etc. La web ha de poderse ampliar y adaptar al usuario, y no viceversa. De todas formas, y como apuntan Kelly, Phipps y Howell (2010), se ha de ir más allá de los protocolos que propone el W3C España (2014), y específicamente de la WAI[7].
Por todo ello, desde este proyecto abogamos porque los museos creen apps (aplicaciones) específicas para personas con visión reducida,  personas de la tercera edad... Porque crear apps para móviles es sencillo, puesto que hay programas gratuitos que nos permiten hacerlo de forma intuitiva y sin tener idea de programación.

Plurilingüismo web

Se ha de impulsar el que las webs sean plurilingües. En otras palabras, se ha de garantizar que en las CCAA donde haya más de una lengua oficial todos los usuarios tengan el derecho a navegar en el idioma preferido. Esto implica, que al menos, las webs deberían estar traducidas (no por Google Translator o servicios de traducción simultánea) a las lenguas oficiales de cada comunidad autónoma, incluido el castellano, así como al inglés, lengua científica por excelencia. Se recomienda, además, que en las CCAA fronterizas con otros estados nación, como Euskadi o Galicia, añadan también el idioma del país vecino en aras de conformar redes internacionales en materia de PHE-web.




[1] Más información en la web <http://www.w3.org/2001/sw/>.
[2] Un cibermuseo se limita a ofrecer a los usuarios una experiencia de  interactividad funcional. Dicho sea de otro modo, un cibermuseo se ciñe a dirigir al usuario por un recorrido o visita virtual determinados (web 2.0): “es un proceso de carácter mecánico consistente en clicar sobre una opción, que en ocasiones puede ser una elección consecuencia de la voluntad, la curiosidad, o el azar, pero que en otras es un requisito imprescindible para seguir avanzando en la exposición de los contenidos.” (Tejera, 2013: 189)
Un museo virtual, por el contrario, brinda al usuario una experiencia interactiva integral (estaría a caballo entre la web 2.0 y la 3.0): “que afecta tanto al funcionamiento o puesta en marcha del recurso, como a las habilidades cognitivas que el usuario debe desarrollar para sostener este diálogo. Esta interactividad se vincula a procesos reflexivos basados en la memorización, la acción o la investigación” º(Tejera, 2013: 190)                          
[3] Se ha utilizado el Test de GOOGLE INC. Test de velocidad web en dispositivos móviles y ordenadores. 2014.
[4] Con matizaciones, puesto que versión en catalán es más completa que la versión en castellano. A saber, de las 11 secciones principales que posee la web, tres están completamente traducidas al castellano, otras tres sólo tienen parte de la información en castellano, y 5 secciones, no tienen versión en español.
[5] La curación de contenidos tiene como objeto el buscar, encontrar y seleccionar los contenidos e informaciones relevantes para publicarlos de forma coherente y clasificada (por temáticas, tags o etiquetas) en Internet. Aunque existen muchas aplicaciones y páginas webs, uno de los content curators curador de contenidos) los más famosos y utilizados son Scoop.it, Paper.li y EverNote.
[6] En los móviles y tabletas no se puede visualizar las animaciones en flash.
[7] Web Accessibility Initiative (WAI) o Iniciativa para la Accesibilidad Web.

3. BIBLIOGRAFÍA 


4. Cómo citar este trabajo

APA

González Santana, Alazne. (2014). Hacia un modelo de buenas prácticas en museística 2.0 del patrimonio histórico-educativo: webs interactivas y de calidad en los Museos de Pedagogía, Enseñanza y Educación. En A. M. Badanelli Rubio, M. Poveda Sanz y C. Rodríguez Guerrero, (Coord.), Actas de VI Jornadas Científicas de la Sociedad Española para el Estudio del Patrimonio Histórico Educativo: Pedagogía museística: Prácticas, usos didácticos e investigación del patrimonio educativo;  Sección: I. Buenas prácticas: conservación, restauración y catalogación del patrimonio histórico-educativo.  pp.  59-68. Madrid: Universidad Complutense, celebrado el 22, 23 y 24 de octubre de 2014 en Madrid. ISBN: 978-84-617-1800-9.

ISO 690

GONZÁLEZ SANTANA, Alazne.(2014). Hacia un modelo de buenas prácticas en museística 2.0 del patrimonio histórico-educativo: webs interactivas y de calidad en los Museos de Pedagogía, Enseñanza y Educación. En Actas de VI Jornadas Científicas de la Sociedad Española para el Estudio del Patrimonio Histórico Educativo: Pedagogía museística: Prácticas, usos didácticos e investigación del patrimonio educativo, Sección: I. Buenas prácticas: conservación, restauración y catalogación del patrimonio histórico-educativo.;  Madrid, 22, 23 y 24 de octubre de 2014, A.M. BADANELLI RUBIO, M. POVEDA SANZ y C. RODRÍGUEZ GUERRERO, (COORD.) eds. Universidad Complutense, pp. 59-68. ISSN 978-84-617-1800-9.